El Origen de las Lamelas en el Tratamiento de Agua
El tratamiento de agua ha sido una prioridad a lo largo de la historia de la humanidad, y con el tiempo se han desarrollado tecnologías más eficientes para mejorar la calidad del agua, optimizar los procesos de tratamiento. Uno de estos desarrollos ha sido la introducción de las lamelas, o módulos de sedimentación laminar.
La teoría de sedimentación propuesta por Allen Hazen en 1904, desempeñó un papel fundamental en la conceptualización y el diseño de estas innovaciones.
El surgimiento de las lamelas
A causa de esta teoría las lamelas se desarrollaron y del deseo de aumentar la superficie efectiva para la sedimentación, sin aumentar el tamaño físico del tanque. Al incorporar una serie de láminas inclinadas (lamelas, lamina en latín) en el tanque de clarificación, se creó una superficie adicional para que las partículas suspendidas pudieran asentarse.
Las lamelas están dispuestas en ángulos que varían entre 45° y 60°, permitiendo que las partículas se asienten más rápidamente al deslizarse por las láminas hacia el fondo del tanque.
Al aplicar la teoría de Hazen, los ingenieros concluyeron que colocar superficies inclinadas aumentaba significativamente la eficiencia de sedimentación, sin necesidad de aumentar el volumen del tanque.
Esta optimización permite que más partículas se asienten en menos tiempo y en un espacio más reducido, Por tanto, mejora la capacidad de tratamiento de las plantas.
,Desarrollo e implementación
Durante la década de 1970, los módulos lamelares comenzaron a implementarse ampliamente en plantas de tratamiento, ya fuesen de agua industrial o municipal. Al integrar las láminas inclinadas, se logró una reducción drástica en el tamaño necesario de los clarificadores, lo que permitió que las plantas fueran más compactas sin sacrificar eficiencia.
Esto también resultó, en menores costos operativos y de capital, dado que el área superficial requerida para la sedimentación se incrementaba a través el uso de lamelas, sin necesidad de tanques más grandes.
Además, con el tiempo, los materiales de construcción evolucionaron, pasando de materiales metálicos simples a plásticos y polímeros más duraderos. Estos nuevos materiales permitieron diseños modulares más complejos, como módulos en forma de paralelogramo y trapecio, y diferentes formas de canal que optimizaron aún más la eficiencia de sedimentación.
Ventajas del uso de lamelas
La combinación de la teoría de Hazen con las tecnologías de lamelas trajo consigo una serie de ventajas importantes para el tratamiento de agua:
- Reducción del espacio necesario: Al aumentar la superficie de sedimentación sin aumentar el volumen del tanque, las plantas de tratamiento pudieron ser más compactas.
- Mayor eficiencia en la sedimentación: Las partículas suspendidas se eliminan más rápidamente del agua, reduciendo el tiempo de tratamiento y mejorando la calidad del agua clarificada.
- Flexibilidad y adaptabilidad: Los módulos de lamelas pueden integrarse tanto en plantas nuevas como en las ya existentes, lo que permite su uso en una amplia variedad de situaciones.
- Optimización de costos: La eficiencia mejorada y la reducción en el tamaño físico de los clarificadores se tradujeron en menores costos de construcción y operación.
- Sostenibilidad: Al hacer más eficientes los procesos de clarificación, se optimiza el uso de los recursos y se reduce el impacto ambiental.